Se recomienda pedir una talla más si estás entre dos números o si tienes el pie ancho. Consulta la guía de tallas en la descripción del producto para más precisión.

El principal problema de los zapatos convencionales es que no están diseñados para la salud de nuestros pies. Tienen formas industriales y estandarizadas que solo siguen criterios de moda. Lo peor es que normalmente no notamos los problemas hasta que ya es demasiado tarde.

Los músculos funcionan con una filosofía muy simple: usalo o piérdelo.

Cuando colocamos el pie en un entorno acolchado, es como tumbar el cuerpo en un sofá: provoca un debilitamiento progresivo de los pies con el tiempo.

Las 4 peores características de los zapatos convencionales:

1) ACOLCHADO: El acolchado genera inestabilidad, interfiere con la percepción sensorial del suelo y fomenta una zancada excesiva al correr.

2) RÍGIDEZ: Un zapato rígido limita el movimiento del pie, debilitando los músculos y endureciendo las articulaciones.

3) CURVATURA EN LOS DEDOS: Esta elevación pone los dedos en una posición antinatural, afectando su función y provocando estrés en la fascia plantar.

4) TALÓN ELEVADO: Limita el rango de movimiento del tobillo, desequilibra la alineación corporal y distribuye mal el peso en el pie.

Sí, están diseñadas para ofrecer una experiencia natural y cómoda incluso en trayectos largos. Su suela flexible y diseño barefoot ayudan a reducir el impacto y fortalecer la musculatura del pie.l.

¡Sí! Gracias a su interior suave y transpirable, son cómodas incluso sin calcetines. Además, se secan rápido y no generan rozaduras.

Absolutamente. Su suela antideslizante y diseño minimalista las hacen perfectas para entrenamiento funcional, yoga, pilates o pesas.

Sí, aunque para alargar su vida útil se recomienda lavarlas a mano con agua fría y dejarlas secar al aire. Evita la secadora.